La primera vez que ví a Santy estábamos en el jardín maternal, haciendo la adaptación de Tato.
Era el primer día en sala de 1 año... y ahí estaba yo, con el temor de toda madre que se desprende de su pimpollito.
Tato se sumó al grupo y se sentó al lado de él, se abrazaron y desde aquél instante son inseparables.
Pueden pasarse horas enteras juagando con los autos, a la pelota, cantando, tocando la guitarra, la batería. Se llaman por teléfono, y si se enojan en seguida se abrazan y vuelven a ser "amigos para siempre" como suelen decir. Tienen mucho más en común que el nombre.
Por eso, los 5 años de Santy fueron esperados con mucha emoción, no sólo para el cumpleañero, sino para sus amiguitos que lo adoran.
Así que la torta, inspirada en Cars, en los cientos de veces que se sientan a ver la película... aquí el resultado!!
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